¿Por qué no poner tus precios en Instagram? ¿Y poner los precios en la web? ¿Cómo sé si me beneficia o me limita a la hora de conseguir nuevos clientes? Hoy te doy las claves para decidir hacer públicas tus tarifas según el tipo de negocio que tengas.
«Te respondo el precio por privado»
Ahora que ya tienes la página web y las redes sociales de tu negocio funcionando a todo tren, toca hablar de logística. Más concretamente de precios y la conveniencia o no de exponerlos. No hay una respuesta corta, todo dependerá de tu negocio y del tipo de producto/servicio que ofrezcas.
Cuando quiero saber el precio de un producto o servicio que veo en Instagram, si no veo información clara, comento y la marca suele contestar «te respondo por privado». Inevitablemente pienso la cantidad de tiempo que se invierte en contestar uno por uno a cada interesado. Además, dependiendo de la rapidez de la contestación, mientras espero la respuesta suelo encontrar otras opciones más inmediatas en internet. Si es lo que sueles hacer con tu marca, sigue leyendo que te daré las claves para saber si te conviene hacer públicas o no tus tarifas.
Servicios basados en el valor:
Cuando tu servicio no tiene un precio fijo, la respuesta está clara. Tu tarifa variará dependiendo del cliente y de sus necesidades. En este caso, podrías dar un precio inicial o medio. Aún así corres el riesgo de perder clientes que no están dispuestos a gastar tanto y si expones un precio bajo, según el sector, le quitarás valor a tu servicio.
En este caso, lo mejor es mantener los precios ocultos y ofrecer la posibilidad de preguntar por ellos por correo electrónico o teléfono. Una web con un funcionamiento impecable es imprescindible. Los clientes no tienen que encontrar ningún obstáculo a la hora de escribirte a través de un formulario o chat. Incluso puedes poner en marcha un formulario inicial con los datos que necesites para enviar un presupuesto a tus interesados. Incluso puedes automatizar el envío por email de propuestas de tarifas en base a aquellas preguntas que marque el interesado en el formulario. De esta forma, ahorrarás tiempo. En las redes más de lo mismo. Tendrás que tener un servicio de calidad de community manager para responder de forma efectiva y a la mayor brevedad las solicitudes.
¿Cuánto tiempo llevas en el mercado?
Si acabas de empezar, quizás ser interesante mantener oculto los precios en Instagram y web durante algún tiempo. Así podrás evaluar a tu público y lo que está dispuesto a gastar para ofrecer tarifas atractivas.
Si aún no estás consolidado en internet y necesitas generar ventas, ofrecer en privado precios especiales, te permitirá obtener reseñas y generar confianza. Al mantenerlos en oculto, cuando te afiances y quieras hacerlos público subiendo precios, no tendrás que dar explicaciones. Sea como sea, espera a tener los precios claros antes de hacerlos públicos para evitar modificaciones excesivas.
¿Cuántas consultas estás recibiendo?
Si actualmente no tienes precios en IG ni en tu sitio web y recibes constantemente consultas sobre ellos, ¡es hora de añadirlos! Esto eliminará el paso adicional que consume tiempo de tener que comunicarse con docenas de clientes potenciales sólo para tener un puñado que están dispuestos a pagar por el servicio. Añadir precios te ahorrará mucho tiempo y, como propietario de un negocio, ¡el tiempo es oro!
Esquema para decidir si enseñar o no los precios en tu web o redes sociales:
- ¿Vendes productos o servicios?
Vendo productos: sí, coloca los precios de tus productos en tus redes sociales y página web para facilitar la compra.
Vendo servicios: lee la siguiente pregunta.
- ¿El valor de tu servicio varía en función de las horas de trabajo?
Sí y tengo un precio fijo por hora: entonces enseña tus precios en tus canales de venta.
*Considera no utilizar esta metodología de trabajo. Penalizas tu trabajo, ya que si cobras por hora, cuanto más eficiente seas, menos cobrarás. Según tu sector, esto puede ser contraproducente.
- ¿Ofreces packs de servicios o presupuestos personalizados?
Si ofreces paquetes de servicios: sí, enseña tus precios y utiliza la técnica de marketing «el bueno, el feo y el malo». Lee este artículo sobre cómo aplicar esta técnica de venta.
Si ofreces presupuestos personalizados: no, no tiene sentido que enseñes tus tarifas aproximadas. Enfócate en transmitir correctamente tu propuesta de valor para darle a los clientes suficientes razones de compra.
Tu estrategia de venta y propuesta de valor:
A pesar de todas estas recomendaciones, todo dependerá del tipo de negocio y la estrategia de venta que quieras llevar a cabo. La elección de incluir tus precios en Instagram, Facebook o la web es tuya y, a ser posible, de tu equipo de marketing.
En nuestro estudio de marketing digital, no trabajamos con paquetes cerrados de precios. Apostamos por ofrecer un servicio de marketing sin límites y 100% personalizado según tu negocio y necesidades. Nuestro precio busca optimizar tu presupuesto de marketing para que puedas conseguir tus objetivos comerciales.
También me gustaría recordarte que puedes jugar con diferentes opciones: añadir algunos precios, enviar otros por correo o añadirlos todos y luego quitarlos para ver qué es lo que más encaja con tu público. Lo más probable es que la diferencia no sea TAN grande, pero las buenas empresas prestan atención a los detalles, así que tómate tu tiempo para crear el modelo que mejor se adapte a tu proyecto.
Nunca se cae una venta por comunicar el precio:
Aunque no creas lo que voy a decirte, nunca se cae una venta por comunicar el precio. Aquí te dejo las principales razones que hay detrás de un «no»:
1. No comunicas efectivamente tu valor diferencial. Evalúa y confirma si tu comunicación responde: ¿Qué soluciona tu producto o servicio? ¿Qué es lo que lo diferencia de la competencia?
2. Porque la persona no es tu target o público objetivo. Aquí también tendrás que evaluar si tu marketing está consiguiendo atraer al cliente adecuado.
3. El interesado no tiene sentimiento de urgencia para comprar tu producto. Una de las principales técnicas de venta es la de generar la sensación de «escasez» en el consumidor (pasó en la pandemia con el papel higiénico y funcionó de maravilla). Cuando percibimos que algo es limitado o exclusivo, tenemos más facilidad para comprar.
4. Porque la tarifa o el precio de tu producto o servicio no está acorde al precio de mercado. A la hora de hacer públicas tus tarifas, le estás dando la ocasión al cliente de comparar lo que tú ofreces con lo que ofrece la competencia. Desgraciadamente, esto es muy fácil en el entorno digital y los consumidores cada vez somos más expertos en encontrar las mejores ofertas. Si tu web se llena de carritos de compra abandonados, quizás es momento de hacer una re-evaluación de la estrategia de precios de tu negocio. Y recuerda, que si justificas un precio superior a la media de tu mercado, deberás invertir en marketing y branding para transmitir tu propuesta de valor de forma clara y atractiva a tus clientes para que te elijan.
5. En el caso de enviar presupuestos a medida, no sólo se trata de escribir un email y esperar el «sí quiero». Tu proceso de venta no se acaba al darle al botón de enviar. Si tienes muchos interesados y pocas conversiones, quizás tengas que replantear y mejorar tu servicio de atención al cliente. Recuerda que si no informas a tiempo puede ser contraproducente.